Gabriela Furacão
No dejes que tus sartenes te eclipsen. No te tomes la limpieza de la casa tan en serio.
¡La vida es corta disfrutala!
Quitar el polvo si es necesario. Pero tómate el tiempo de pintar un cuadro o escribir un poema, salir a caminar o visitar a un amigo, cocinar lo que quieras, regar tus plantas…
Tenga tiempo libre para tomar una cerveza, nadar en la playa (o piscina), escalar montañas, jugar con perros, escuchar música, leer libros, hacer crecer a sus amigos y disfrutar de la vida.
Desempolva si es necesario, pero la vida sigue afuera. Sabes que ese día nunca volverá.
Desempolva si es necesario, pero no olvides que te harás mayor y que muchas cosas que puedes hacer ahora no serán tan fáciles de hacer en la vejez. Y cuando te vayas, como todos nos vamos un día, tú también te convertirás en polvo.
Y nadie recordará cuantas cuentas pagaste, ni tu casa limpia, pero recordarán tu amistad, tu alegría y lo que enseñaste.”